Terapia con realidad virtual

Terapia con realidad virtual

El mundo avanza cada día más deprisa, los profesionales debemos formarnos y actualizarnos a diario para poder ofrecer los mejores tratamientos y servicios a las personas que acuden y confían en nosotros.

Por eso, decidí formarme en Realidad Virtual. Me gustaría explicar en qué consiste y cuáles son sus beneficios.

La realidad virtual, está formada por un conjunto de entornos tridimensionales en los que la persona actúa en tiempo real, produciéndose una sensación de inmersión que te sumerge en la situación como si fueras el protagonista y estuvieras presente, semejante a lo que ocurre en una situación real.

¿Y por qué puede servir la Realidad Virtual en la consulta de psicología?

En muchas ocasiones vienen a consulta personas con miedos muy limitantes, con mucha ansiedad, con fobias que le limitan su día a día y no le dejan avanzar. En terapia, creamos el vínculo, conocemos a la persona, creamos un tratamiento conjunto y si lo vemos necesario incluimos esta técnica como parte del tratamiento. Ya que al sumergirnos en la realidad virtual en sesión, nos encontramos en un lugar seguro, con una persona en la que confiamos, donde si ocurriera algún problema o sintiéramos tanta ansiedad que no lo pudiéramos soportar podríamos salir de la situación y volver a nuestro lugar seguro. En consulta podemos configurar el entorno según las necesidades de la persona, manipulando diferentes variables para que la persona vaya superando progresivamente las etapas prefijadas de forma exitosa, controlando y adaptando la intervención a las características personales de cada uno/a.

Nos permite en ocasiones, trabajar de una forma en la que no podríamos hacerlo en la situación real: nos proporciona la opción de evaluar e intervenir con el paciente “dentro” de una situación específica (estando en el metro o subido a un rascacielos, por ejemplo) sin necesidad de salir de consulta; nos permite repetir determinadas condiciones (un despegue o agujas en situación médica, por ejemplo) las veces necesarias para trabajar un objetivo terapéutico

 

Tal y como señala Gutiérrez (2002), existen una serie de ventajas, podríamos denominarlas el Decálogo de ventajas de la Realidad Virtual, de las que podemos beneficiarnos, nosotros y nuestros pacientes:

  1. Ofrece un mayor grado de privacidad que la exposición en vivo.
  2. El coste también es menor al no ser necesario, por ejemplo, el desplazamiento de terapeutas o tener que contratar co-terapeutas.
  3. Permite llevar a cabo tratamientos en las configuraciones estimulares de difícil acceso (despegues, tormentas…) y resolver más fácilmente los problemas asociados con las dificultades de imaginación de los pacientes.
  4. Proporciona mayor control de los estímulos y condiciones estimulares. El terapeuta puede decidir si es de día o de noche, si llueve o hace sol… De esa forma puede ajustar mejor el proceso terapéutico a las necesidades del paciente.
  5. Permite crear situaciones que van más allá de lo que se puede encontrar en la propia realidad. Por ejemplo recrear 10 despegues seguidos o subir en ascensor sin detenerse en ninguna planta durante 5 minutos.
  6. Facilita el autoentrenamiento y el sobreaprendizaje, puesto que el paciente no ha de esperar a que los sucesos tengan lugar en la vida real, sino que puede producirlos y reproducirlos cuando lo desee.
  7. Permite al terapeuta controlar y ver lo que el paciente está viendo, lo que permite detectar, más fácilmente, los estímulos de mayor relevancia clínica
  8. Hace posible diseñar de forma personalizada las jerarquías de exposición, graduando de forma muy detallada cada uno de los pasos a seguir.
  9. Es muy segura: terapeuta y paciente controlan, en todo momento, lo que está sucediendo.
  10. Se trata de una actividad en la que el paciente adopta un papel activo y participante (Bruner, Vygotsky, Piaget). De esa forma el paciente podrá fomentar el re-aprendizaje y la modificación de conducta

Lorena Serna Mestre

Psicóloga General Sanitaria en Albatera y Benigánim.